Un hogar para un artista, fotógrafo, músico, excéntrico o para aquellos que quieren mucho espacio y un hogar personal. ¡Aquí hay espacio para vivir, trabajar y tener una gran vida social!
¡Esta casa tiene infinitas posibilidades y definitivamente se puede mudar tal como está!

Estudio de poco más de 300 m2 de estilo industrial a lo New York donde hoy es una fantástica residencia combinada con un artista y un estudio de música.
¡Entorno creativo diferente e inspirador con una altura de techo de poco más de 4 metros y una gran área abierta!

Ahora hay una cocina abierta moderna totalmente equipada, un dormitorio aireado con cortinas como paredes y un baño cerrado moderno e independiente.
Toda la pared larga es desde el piso hasta el techo una sola sección larga de vidrio y parte de la pared opuesta también tiene un área de ventana grande desde el piso hasta el techo.
Todas las paredes son de color blanco crema, el techo está pintado en dos tonos de negro y el estudio está inundado de luz natural.

El estudio está en el primer piso, es decir, un escalón más arriba y muy privado.

Desde el hueco de la escalera pública, hay una entrada independiente que conduce a un vestíbulo de entrada privado y una amplia y elegante escalera con ventanales del suelo al techo cuando llegas a la planta de estar. En el plano de planta también se ve el apartamento vecino más pequeño de 150 m2, es la parte más grande del dibujo que es esta residencia.

Es posible comprar 1 o 2 plazas de garaje a 28.000€/pieza en el garaje de la propiedad y/o alquilar 1 plaza en el mismo garaje.

Directamente detrás de esta propiedad hay una pista de padel nueva y también recién inaugurada con zona de piscina asociada, lo que significa que cualquiera que viva aquí puede hacerse socio del club de padel y tener acceso tanto al padel como a la piscina sin ni siquiera tener que cruzar la calle. Además, también hay una cafetería asociada recién renovada y recién abierta con almuerzos saludables, café, cerveza, etc.

La ubicación está justo encima de Can Barbara, la pequeña bahía que entra desde el mar justo antes del centro comercial Porto Pi, donde se tarda unos 7-8 minutos a pie y donde, además de la tienda de comestibles Carrefour más grande de la isla, hay todo lo imaginable tiendas, restaurantes, cafés, cine, etc.
A Santa Catalina con su amplia gama de restaurantes y bares está a 15 minutos a pie y a la catedral y las lujosas calles comerciales hay otros 10 minutos a pie.
El hermoso puerto de Palma está a 5 minutos, todo recto, y el aeropuerto está a unos 20 minutos en coche.