Hay una razón por la cual Costa Blanca tiene este nombre ¡los magníficos tramos de playas blancas! Además, esta costa tiene altas montañas y acantilados blancos reconocibles que descienden hacia las aguas turquesas del mar Mediterráneo. La franja costera es larga, y Costa Blanca ofrece algo para todos, atrae regularmente a una mezcla de turistas, ciclistas y golfistas. También es perfecta para aquellos que buscan la cultura tradicional española y delicias gastronómicas.

En la parte norte, puede encontrar una naturaleza impresionante, playas limpias y hermosas bahías semi-aisladas. Todo contribuye a un entorno único, esperando ser explorado.

El pequeño pueblo de Altea con casas de piedra blanca se encuentra sobre el nivel del mar. Este es el hogar de comercio artístico, delicias culinarias con productos frescos de vendedores locales, así como encantadores músicos callejeros. En contraste, hay modernos bares lounge e impresionantes yates de lujo en el puerto de Denia. Hay ferries diarios desde Denia a Ibiza, Formentera y Mallorca.

La parte sur de la Costa Blanca ofrece desde pueblos con encanto hasta ciudades más grandes y emocionantes experiencias en la naturaleza con cascadas y cuevas. El sur de la Costa Blanca es un paraíso para los amantes de la comida, los mercados locales y tiene muchos restaurantes encantadores. Los menús reflejan la rica selección de mariscos recién pescados y una gran variedad de fruta fresca.

La ciudad más grande, Elche, es conocida por sus parques de palmeras y su fabricación de productos de cuero, principalmente zapatos. El antiguo pueblo de pescadores de Santa Pola tiene un puerto encantador, desde aquí un ferry viaja a la antigua isla pirata de Tabarca. La isla de Tabarca ofrece aguas cristalinas que son excelentes para bucear.